Ser OCD

Ocedé es la Orden del Carmelo Descalzo: O.C.D. Así se nos conoce y se nos define: Una familia religiosa en la Iglesia y para la Iglesia. Nacimos de la historia del sueño de una mujer, santa Teresa de Jesús, y de un hombre, San Juan de la Cruz. Son “nuestros padres” que, con su ejemplo y magisterio, son dos luces que alumbran nuestra vocación y nuestros deseos de seguir a Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios.
Nuestra vida es sencilla:
- Hemos sentido la llamada de Dios para convertir nuestra vida en discípulos suyos. Somos seguidores de Jesús.
- Dios, que ha sido grande con nosotros, nos ha llamado a entender nuestra vida desde el ser y hacer como carmelitas descalzos. Somos herederos de una historia, hemos cogido el relevo de una vida que hemos de crear y recrear con nuestra forma de ser y de entender el mundo.
- Vivimos en comunidad, bajo un techo común, que nos convierte en familia. Porque compartimos todo.
- Celebramos nuestra fe en común, oramos juntos, alabamos a Dios en comunidad: “para este fin os junto el Señor”, nos recuerda Teresa de Jesús.
Nuestra vida de cada día:
- Se concreta en ESCUCHAR a Dios. Con nuestra oración prolongada, intentamos vivir en la presencia de Dios. Nuestra oración es tratar de amistad estando muchas veces a solas, con quien sabemos nos ama. Para nosotros, Dios nos llena de felicidad. Y, por eso, convertimos la oración en el centro de nuestra vida.
- En TOCAR nuestro mundo: de Dios recibimos la fuerza para ser seguidores suyos. Y, cada día, tenemos la misión de impregnar nuestro mundo de los valores del evangelio al estilo de Teresa de Jesús y de Juan de la Cruz.
- Nuestro corazón GUSTA Y SABOREA la vida: la belleza de lo creado nos sirve de plataforma para convertir nuestra vida en canción, de Dios procede todo y Él es el artífice de todo…y el que es feliz y ve así el mundo, canta a la vida y a su creador, Dios.
- Y Dios nos afina el OLFATO para oler los problemas de los que nos rodean: porque, con Dios, en Dios y por Dios, tenemos un prisma para ver la vida: los dolores de nuestro mundo, son los nuestros; las alegrías de los que nos rodean son nuestras alegrías… y, sintiendo lo de los demás como nuestro, pedimos a Dios por ellos, agradecemos su vida, intercedemos por ellos…
Si quieres conocernos, no te quedes con dudas…pregunta qué significa e implica ser Ocedé.
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